Un collarín cervical, también conocido como ortesis de cuello, es un producto médico que se usa para sostener el cuello de una persona, e inmovilizarlo.

Su uso está dirigido a afecciones de varios tipos:

Es aplicado por el personal de emergencia a aquellos que han tenido lesiones traumáticas en la cabeza o el cuello.

Se usa también para tratar afecciones médicas crónicas.

Actúa en la región del dolor, de la región cervical. Controla el movimiento de la columna vertebral mediante el control posicional de los segmentos verticales.

La gran mayoría de collarín cervical, son prefabricadas y existen diferentes diseños ergonómicos que ofrecen uno u otro grado de estabilización.

Existen varios tipos de collarín cervical según su dureza.

Collarín blando, sin apoyo. Considerado para latigazos cervicales y abrochado con velcro.

Collarín semi-rígido, con doble apoyo.

Collarín duro, regulable en altura y con apoyo en la barbilla o sin él.

movilidad articular

Como ya os comentábamos anteriormente en nuestro post ¿Qué es la movilidad articular?, se trata de la capacidad de nuestras articulaciones de realizar movimientos.

Por qué entrenar la movilidad articular

Si entrenamos esta capacidad de nuestro organismo, conseguiremos evitar la pérdida de habilidades según pasa la edad. Es algo que todos sabemos, que articulaciones como las rodillas e incluso la espalda, nos duelen más según nos hacemos mayores. Esto ocurre por el desgaste de los cartílagos, y la pérdida de capacidad elástica de ligamentos, tendones y músculos.

Ejercicios para entrenar la movilidad articular

En el post anterior os enseñamos cómo hacer tres ejercicios beneficiosos para la movilidad articular: las sentadillas de arquero, el agarre activo y pasivo, y rodar en el suelo sobre uno mismo. Pues bien, hoy estamos aquí para continuar ofreciéndote ideas para entrenar dicha movilidad articular.

Lungemovilidad articular

Este ejercicio entrena sobre todo la movilidad de los hombros. Consiste en poner las piernas separadas, la derecha hacia atrás del todo apoyándose en el suelo casi solamente por las puntas del pie. La pierna izquierda la colocamos hacia delante, flexionándola en 90º. Ambos pies deben estar colocados con las puntas hacia delante. Apoyamos la mano izquierda en el suelo, paralela a nuestro pie, y levantamos el brazo derecho hasta lo más alto que podamos, mientras lo seguimos con nuestra mirada. Notaremos como movemos toda la columna, que es una de las articulaciones que más se debilitan con el paso del tiempo.

Para hacer el mismo entrenamiento con el lado contrario del cuerpo y mover la columna hacia el otro extremo, bastará con cambiar la posición de las extremidades colocadas a la derecha hacia la izquierda, y viceversa.

Curl Jefferson

Este movimiento consiste en colocarnos de pie sobre una superficie elevada como un escalón o un banco. A continuación vamos a poner nuestros pies colocados paralelamente, y vamos a doblar nuestra espalda hacia delante de manera que intentemos llegar a nuestros pies. Podemos ayudarnos de elementos como pesas en las manos para ayudarnos a bajar y a hacer este estiramiento.

Y ahora te estarás preguntando, ¿para qué debo ponerme sobre una superficie elevada? Pues bien, porque con la repetición del ejercicio podrás ver como mejora nuestra flexibilidad, llegando incluso hasta debajo de nuestros pies.

Movilidad de los hombros

Este es otro de los ejercicios más sencillos, consiste en colocarnos boca abajo sobre una superficie lisa, y mover nuestros brazos estirándolos desde que están paralelos a la cabeza, hasta que estén paralelos a la cadera, dibujando en el aire un semicírculo. Este movimiento también ayuda mucho a entrenar la movilidad articular de los hombros.

Esperamos que este post te haya servido de ayuda para encontrar ideas de entrenamientos. Si ahora mismo no puedes entrenar por una lesión, te animamos a que visites nuestra sección de ortesis textiles, que te ayudarán en el proceso de recuperación de cualquier problema en tus articulaciones. Si necesitas ayuda eligiendo la mejor para ti, ¡puedes ponerte en contacto con nosotros o visitarnos en cualquiera de nuestras 6 clínicas físicas!

Elemento de inmovilización, el collarín cervical, es un aparato ortopédico que se coloca alrededor del cuello precisamente para mantener la postura fija y evitar que una lesión empeore. Se deben usar bajo prescripción médica y recordar que a pesar de ello, no es recomendable su uso durante períodos de tiempo largos.

¿Para qué sirve los collarín cervical?

 

El uso del collarín cervical como ya indicábamos, es principalmente para impedir movimientos a nivel de la columna vertebral.  Y proteger la médula espinal de posibles lesiones. Suelen recetarse en caso de procesos postraumáticos como accidentes de tráfico, caídas o lesiones deportivas…etc. En estos casos siempre se hará una radiografía para determinar el estado real de los posibles daños de fractura.  Así, durante el traslado o proceso, salvaremos el cuello de movimientos bruscos.

Para su correcto funcionamiento, el collarín cervical debe ser cómodo. El peso de la cabeza tiene que apoyar de forma natural. Por lo tanto, deber ser también fácil de colocar y por supuesto tenemos que elegir por tallas.

Se deben evitar ciertos movimientos pronunciados. Además de laterales o rotacionales con la cabeza y no debe alterar nuestro estado respiratorio, ni circulatorio. Debe descomprimir los nervios y relajar la musculación.

collarín cervical

 

Tipo de collarin cervical y su uso.

 

Collarín blando: Prescrito sobre todo para esguince o latigazo cervical. Deja descansar a los músculos y articulaciones. Dado su carácter blando, se usa para lesiones que no requieren una inmovilización estricta, principalmente su función es aliviar el dolor.

Collarín semirrígido: Un paso más allá del collarín cervical blando, el semirrígido limita un poco más la flexión del cuello. Incorpora almohadillas de apoyo para comodidad del usuario.

Collarín rígido: Con este tipo de collarín cervical se consigue un bloqueo y estabilización más importante ya que tiene más puntos de apoyos. Mandíbula, barbilla, sobre el esternón en la parte delantera, y en la cabeza por la trasera.

Para más información lo ideal es acudir a ampliar detalles a un doctor o a una persona autorizada que indicará que tipo es el adecuado y que tiempo de uso es el considerado como terapéutico para el daño que el usuario padezca.